miércoles, 25 de mayo de 2011

Risotto de setas

Buscando en la cocina que podía hacer para comer me he encontrado una bolsita de setas deshidratadas que me dió mi madre y se me ha ocurrido un risotto de setas, muy cremoso y que no lleva mucho tiempo. Para hacerlo, se necesita paciencia, pues el truco de los arroces cremosos es no dejar de remover. Las setas utilizadas pueden ser cualquiera, tanto deshidratadas como frescas. En caso de utilizar las primeras, ponerlas a remojo durante 20 minutos antes de cocinarlas. También queda muy bien con champiñones o setas de cardo frescas, y los encontramos en cualquier supermercado.

Ingredientes:
  • 150 g setas
  • 200 g arroz
  • 1/2 litro de caldo de pollo (si no tenemos, deshacer una pastilla de caldo en 1 litro de agua hirviendo)
  • Una copita de vino blanco
  • Una cebolla
  • 4 cucharadas de queso mascarpone
  • 1 puñado de queso rallado
  • Aceite
Para empezar, picamos la cebolla muy finita, para que apenas se note a la hora de comer, y la pochamos en una cazuela con aceite a fuego medio-bajo. Mientras se dora removiendo de vez en cuando, vamos picando las setas en trozos grandes, para que se noten, pero no enormes. Cuando la cebolla esté dorada, casi transparente, ponemos las setas y dejamos que se pochen un poquito. Añadimos el vino y dejamos reducir unos 2 minutos para eliminar todo el alcohol, sin dejar de remover para que no se pegue. Agregamos el arroz, removemos para que se empape bien y comenzamos a añadir caldo, de poco en poco, dejando que se absorba cada vez, sin dejar de remover, hasta que el arroz esté blandito. Hay que echar el caldo poco a poco para que no se cueza el arroz, sino que se infle por el caldo. Si el caldo es comprado o en pastillas no sera necesario rectificar el punto de sal. Si es casero, añadir sal al gusto. Si se nos termina el caldo y el arroz aún no esta bien hecho, seguimos cubriendo con agua. Cuando veamos que el arroz está en su punto, parar de añadir caldo y seguir removiendo hasta que esté cremoso, que al hacer un surco con la cuchara, no se separe del todo pero que quede la marca del mismo.


En una fuente en la que vayamos a presentarlo ponemos el queso rallado y el mascarpone, vertemos el arroz con setas y removemos bien, para que los quesos se fundan con el calor del arroz. Servir inmediatamente. En mi caso, como era comida para mi sola, lo mezclé en un plato, y el arroz sobrante lo metí en un tupper en la nevera, sin los quesos, para mezclarlo cuando vaya a comerlo de nuevo.
¡Buen provecho!

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